Cuando todos creíamos que la tecnología GPS estaba en su mejor momento, esta noticia sale a la luz. De acuerdo a un reporte hecho por la Oficina de Responsabilidad Gubernamental estadounidense, el sistema de satélites GPS podría comenzar a presentar fallas el año que viene. Las razones, más allá de lo que se pueda especular, son bastante simples: La falta de inversión y el incumplimiento por parte de la Fuerza Aérea a la hora de obtener y lanzar nuevos satélites, están haciendo que un sistema de satélites entrado en años sea puesto al límite, aumentando la posibilidad de fallas.
El sistema GPS abandonó su exclusividad militar y pasó a ser utilizado por la población civil a partir del año 1996. Cada vez hay más dispositivos que pueden utilizar esta tecnología de posicionamiento, pero lo cierto es que los satélites en órbita que se encargan de decirle a los usuarios en dónde se encuentran, empiezan a mostrar señales de vejez. El satélite operacional más antiguo que es parte del sistema GPS data de noviembre de 1990, y va en camino de cumplir 19 años. Por otro lado, el último satélite GPS fue lanzado en marzo del año pasado, lo que ha dejado al sistema sin satélites nuevos desde hace 14 meses.
El reporte presentado por la Oficina de Responsabilidad detalla que un serio caso de mala administración por parte de la Fuerza Aérea estadounidense, sumada a una falta de inversión y reiteradas demoras en el lanzamiento de nuevos satélites provocarían diferentes tipos de fallas en el sistema GPS a partir del año 2010. Las fallas podrían variar desde una degradación en la calidad de la señal GPS hasta la falta total de la misma, sin olvidar la posibilidad de que los usuarios reciban ubicaciones completamente equivocadas.
Esta es una imagen cada vez más común, pero si el sistema no se actualiza, daría más problemas de los que resuelve
Debido a la gran utilidad del sistema, es poco probable que el gobierno estadounidense y cualquiera que esté involucrado en el mantenimiento y expansión del GPS lo deje caer, pero los números poseen cierta contundencia. Según la Oficina, se necesitarán unos dos mil millones de dólares para actualizar el sistema, y el primer satélite "de reemplazo" será lanzado en noviembre de este año, cuando en realidad debió ser puesto en órbita tres años atrás. Si bien las consecuencias podrían ser graves, un inminente deterioro del sistema GPS podría significar un buen terreno para el sistema ruso GLONASS, o el Galileo de origen europeo.
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